Por Qué los Cerdos Suertudos No Juegan Justo

No creí en la suerte. Creí en cómo los humanos proyectan significado en generadores aleatorios: las tragaperras se convierten en rituales emocionales disfrazados de juego. Con mi tesis de CMU sobre teoría del flujo, reverse-engineeré el ecosistema ‘Lucky Pig’: cada giro es un ritual microscópico de esperanza, con UIs neón-púrpura y estética de campo de zanahoria. La ‘rueda multi-recompensa’ no es un bono—es una gota de dopamina al 92% para mantenerte girando. El ‘Plan VIP Lucky’? No es lealtad—es condicionamiento operante con insignias de cerdo como cajas de Skinner. ¿Crees que ganas? No—estás siendo modelado.